El plátano es una fruta muy popular en todo el mundo, porque además de ser deliciosa, no cuesta cara y es buena para la salud. Muchas personas la han eliminado de su dieta, porque se creen la leyenda urbano según la cual el plátano engorda.
Sin embargo, se ha demostrado lo contrario, el consumo moderado de plátanos aporta toda una serie de beneficios a las personas que desean seguir un régimen equilibrado o un régimen para adelgazar.
Las propiedades del plátano
El plátano es rico en hidratos de carbono, lo que hace de él una de las más importantes fuentes de energía vegetal para nuestro cuerpo. Su alto contenido en azúcar se ve compensado por su débil contenido en grasas, y por sus muchas fibras que ayudan a regular la absorción de azúcares.
Esta fruta se caracteriza por la sensación de saciedad que ofrece, y por su aporte significativo en potasio. El potasio estimula la eliminación de líquidos retenidos en el organismo, y también es esencial en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, la gota y las enfermedades reumáticas.
100 gramos de plátano equivalen a 90 calorías, lo que lo coloca en la categoría de las frutas más calóricas que podemos comer. Sin embargo, comer plátano de forma moderada es una solución ideal para disfrutar de sus beneficios y mantener un peso equilibrado sin que su consumo plantee ningún tipo de problema.
Su sabor delicioso y azucarado se acompaña de una gran cantidad de vitaminas como la vitamina C que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, y la vitamina B6 que permite al cuerpo crear nuevas células.
Los plátanos mejoran la circulación sanguínea, previenen los calambres musculares, son ideales para combatir la depresión, reducen la tasa de colesterol malo, son excelentes para la piel y el pelo, y estimulan la digestión.
¿Plátanos verdes o maduros?
El grado de madurez ideal de los plátanos depende del gusto de cada uno. Unos prefieren los plátanos verdes y otros maduros. Pero más allá del gusto particular, es importante saber que el valor nutricional de los plátanos varía a medida que van madurando.
Sabemos todos que cuanto más maduros están los plátanos, más azúcar contienen. Este fenómeno es debido al hecho de que las enzimas contenidas en esta fruta se transforman en almidón, y cuanto más madura el fruto, más se transforma el almidón en monosacáridos y disacáridos como la sacarosa, la glucosa, y la fructosa (azúcares simples).
Es precisamente cuando el almidón se transforma en azúcar simple que el plátano madura, y que se hace más fácil de digerir. Sin embargo, diversos estudios han mostrado que al madurar, los plátanos pierden una parte de sus vitaminas y de sus minerales.
Por otro lado, un estudio reciente ha demostrado que cuando los plátanos maduran, producen varios antioxidantes y desarrollan propiedades anticancerígenas que pueden ser beneficiosas para el organismo de muchas maneras.
Cuando el plátano está completamente amarillo con manchas negras, produce una sustancia llamada TNF (factor de necrosis tumoral) que tiene la capacidad de combatir los tumores malignos.
Este estudio concluye que cuanto más maduros están los plátanos, más eficaces son para combatir el cáncer. Además, los investigadores han descubierto que los plátanos amarillos y bien maduros son 8 veces más eficaces para reforzar el sistema inmunitario, que los plátanos verdes.
De esta forma, para la mayoría de las personas, se recomienda consumir plátanos cuando están bien maduros, particularmente cuando están amarillos con manchas en la piel.
En cualquier caso, las personas que sufren diabetes, que corren el riesgo de sufrir esta enfermedad, o simplemente que desean evitar un aumento rápido de la tasa de azúcar en sangre, pueden comer plátanos, pero verdes.
