Cuidado, no se trata de una fórmula mágica de como seducir a un hombre. Se trata simplemente de una serie de consejos que os permitirán haceros desear.
1. Tener confianza en una misma
Es verdad que esto parece fácil a la hora de decirlo y que también es algo evidente. Pero existe una verdadera razón para ello. Una mujer que duda, que baja los ojos, no dan ganas de seducirla. Es como si cerrase las puertas a un hombre. Tenéis miedo del fracaso porque veis cada oportunidad como un fin en sí mismo, mientras que en realidad se trata de una nueva oportunidad. No debéis tener miedo a no gustar, y así gustaréis más.
2. Ser una misma y no jugar ningún papel
Como seducir a un hombre siendo una misma?. Un hombre debe amaros por lo que sois. Con vuestras cualidades y vuestros defectos. Esto no significa que debáis exhibir vuestros defectos, sino simplemente no sobreexponerlos o atribuiros cualidades que no tenéis. No creáis tampoco que el hombre tiene una visión precisa de la mujer ideal. Cada hombre tiene sus gustos y preferencias.
3. Mantener una distancia para dejaros desear
En cuestión de seducción no es necesario desvelar todo el juego en un primer momento. Conviene dejarse desear. Dejad que comience la seducción y luego mostrar que también vosotras estáis interesadas. Poner una distancia no quiere decir ser fría, sino sólo dejar que el hombre muestre primero si realmente le gustáis.
4. Mostrar que también sabéis entrar en el juego
Se terminaron las mujeres que se dejan seducir. La mujer de hoy en día es independiente y también sabe tomar las cosas en mano. Cuando sentís que gustáis a un hombre y que os interesa, debéis pasar a la acción. Sonrisa, mirada insistente, el hombre no tiene el monopolio de la seducción.
5. Estar sonriente y abierta, la clave para gustar a un hombre
Si sois partidarias del mínimo esfuerzo, conviene saber que cuando sonreís se ponen en acción 7 músculos, mientras que si presentáis una cara de perro se ponen en activo más de 20 músculos. En estas circunstancias, más vale presentar la sonrisa más bonita.
Igualmente, conviene saber que un hombre que se ríe también puede dejarse enamorar porque se sentirá bien con vosotras. Pondrá de lado su nerviosismo y su estrés. No sólo vais a valorarlo, sino que vais a contribuir a crear un clima favorable para que pueda acercarse hacia vosotras.
6. Mostrar que lleváis las riendas
Para un hombre, no hay nada peor que una mujer que necesite ser asistida. Y esto es normal, un novio nunca es un asistente personal. La regla de la reciprocidad en el seno de la pareja es tan cierto como en las atenciones que ambos se prestan mutuamente.
Debéis mostrar que también vosotras podéis organizar un fin de semana, salidas o ir a practicar algún tipo de actividad. No seáis ni demasiado pretenciosas, ni demasiado modestas, se trata de valorar vuestras competencias para suscitar el interés del hombre más allá del aspecto físico.
7. Utilizar el lenguaje corporal
El lenguaje corporal es el lenguaje del cuerpo. A través de vuestros gestos y de vuestras posturas podéis mostrar al hombre que tenéis en frente que os gusta. Podéis rozar su mano con la vuestra, acariciar su pelo, mostrarle una sonrisa. Tampoco conviene pasarse, puesto que podría tomaros por una histérica.
8. Saber mantener una conversación
Normalmente, es el hombre el que lanza los temas de discusión y suele ofrecer su punto de vista. Vosotras también podéis mostrar que tenéis vuestras opiniones sobre diferentes temas sociales, por ejemplo. Debéis estar seguras de vuestros gustos y convicciones en materia de arte o de literatura. Un hombre que busca una relación a largo plazo necesita una mujer capaz de mantener conversaciones largas.
9. Prestar atención a vuestro look.
Lo creáis o no, vuestra apariencia, vuestro look y vuestro estilo envía siempre un cierto de mensaje. Un escote demasiado pronunciado y el hombre corre el riesgo de llevaros, de entrada, a la cama con él. Sin embargo esto no es lo que estáis buscando. Conviene cuidar vuestro look, y evitar los extremos, si tenéis un estilo un tanto atípico. Conviene mantenerse en la sobriedad, pero sin parecer una niña de colegio de monjas. En cualquier caso, nunca conviene pasarse con el maquillaje.
